mamá, mamá, una gorda me pegó!

- dónde?
- en el subte!
- no, en qué parte te pegó
- ah.. en la cara! ¡un cachetazo!
- pero por qué?!?
- ehhh.. la insulté
- JAJAJA
- ...
- JAJAJAJAJA!!
- grrr
- JAJAJAJAJAJAJA!!... TOMÁ!! JAJAJA!!




subte, 18.20 hs, calor, hace 10 minutos que empezó a llover, asquerosamasahumanavuelveacasa. subís al subte, mejor dicho la masa te sube, y quedás contra una gorda calorienta en sus cincuentas. parece que en esta estación el vagón se llena del todo. el tren arranca. la gorda te mira mal y resopla fuerte para que te quede bien claro que le molesta mucho su situación, y que para ella, es tu culpa. te mira mal y resopla una, dos, tres veces, hasta que la mirás a los ojos también. entonces hace fuerza para mirarte peor. parece darth vader tratando de estrangularte con la mente. desviás la mirada, decidido a darle una lección jedi a esta forra que se toma personalmente el hecho de estar apretujada en el transporte público. no hay dónde caerse, no hace falta agarrarse de cosito para agarrarse que cuelga del caño. pero aunque estamos tan apretados que si el subte se diera vuelta sólo nos golpearíamos las cabezas, levantás un brazo y te agarrás igual, de modo que tu axila, radioactiva después de todo un día de 30ºC y 90% de humedad, quede a centímetros de su cara. tomá forra, tomá!, pensás. con un poco de suerte se fuma el hedor suficiente como para tener que dejar de gastarse el aire en bufar y bufar. pero no. la gorda se la banca y contraataca. levanta un poco su codo, y lo apunta a tus costillas. el vaivén del tren hace que el codito se te clave una y otra vez. duele cuando no lográs eludirlo
- señora, el codo señora, me lo está clavando!
- no, vos me estás aplastando! .. pff.. aaPFF
- todos estamos aplastados señora, qué quiere que haga?
- que no me empujes! que no me toques!! aAPFRBRFFF
- el subte a esta hora es así, estamos todos igual! ... y le lanzás una de esas frases mágicas, que desarman al oponente al instante, más mágica aun que decirle 'no, mejor las monedas te las debo YO' al taxista:
- ..quédese tranquila, que si fuera por mí, no la tocaría NUNCA!
uhhh!, hace con la cara uno que está observando..la gorda acusa el impacto. le dolió. una parejita de adolescentes que está al lado sonríe. la gorda recula y se prepara para un nuevo contraataque cuando se abren las puertas y empieza a entrar más gente a puro empuje y vigor. parece que la masa aun se podía comprimir un poco más! la gorda empieza a perder los estribos
- ay, ay! empuujen, empuujen nomás! aaPFFF PPFFF!! no te digo yo, no hay respeto! essste paisssss!! aaPFFFF!!
el subte pega un frenazo súbito y toda la masa se aplasta hacia el extremo del vagón donde estás. se oyen varias exclamaciones de queja. sintiéndose ya no tan sola en su padecer, la gorda se envalentona y decide tomar medidas drásticas: te clava el codo con fuerza y empuja, ahora abiertamente, para hacerse lugar. vos quisieras correrte porque ese codo en las costillas duele como la puta madre, pero no podés.
- AAHH!! pero quÉ HACE!?! está LOCA!?!?
- me están aplastando!! son unos bárbaros!! son ..como animales!!
- todo el mundo quiere volver a su casa después de trabajar todo el día!! ESTO SIEMPRE ES ASÍ!!
- no hay lugar pero siguen empujando!! qué pretenden?? animales!! son animales!! aprendan a respetar!! siempre igual este país!! APFFFbbbrrbfff... y vuelve a la carga con su mini ariete óseo. te sacás.
- BUENO, SI TE MOLESTA TANTO VIAJÁ EN TAXI, PELOTUDA!!! QUIÉN TE CREÉS QUE..
la gorda parece congelarse un instante, y de pronto te lanza una cachetada. por suerte, entre la posición incómoda desde la que la gorda lanzó su golpe débil y anunciado, y un magistral y veloz movimiento de lo único que podés mover libremente, el cuello, lográs esquivar el cachetazo, que termina siendo una rozadita con la punta de los dedos en tu mentón. por suerte también, se trata de una de las formaciones antiguas del subte A, y el ruido ensordecedor impide que se oiga bien el sonido del sopapito. de todos modos, esto es suficiente para que tres litros de adrenalina más toda la sangre de tu cuerpo se dirijan de golpe a tu cabeza. pero primero lo primero: tras comprobar rápidamente, bordó de furia y de vergüenza, que por fortuna los testigos de la humillación son escasos (la parejita, que a esta altura trata de contener la carcajada escondiendo cada uno su cara contra el cuerpo del otro, y otros tres o cuatro con más expresión de UHHH que nunca en sus rostros), te quedás mirando fijamente a la gorda hijademilputa teviámatá, te viá! trescientas formas de descuartizarla con los dientes te pasan por la mente. debés tener una cara de desquiciado que mete un miedo del carajo y la connncha de su madre, porque la gorda menopáusica de mierda abre grandes los ojos y sin decir palabra.. se escabulle entre los pasajeros y desaparece! ..cómo mierrrda hizo!? así que te podías mover al final? hijjjjadeputa!! ... la reputísima madre.. ..siempre fuiste un mal jedi, un jedi mal perdedor. te quedás recontra caliente. te consolás pensando que por lo menos la escenita de violencia urbana hizo que los que te rodean se cuiden de no empujarte demasiado durante el resto del viaje. recordar la expresión desolada de la gorda malcogida del orto y la puta que la remil parió cuando le dijiste que la tocabas sólo porque no te quedaba otra también te reconforta un poco. bajás en tu estación imaginando la nariz de la gorda estallando en cámara lenta bajo tu puño, y mientras el tren de mierrrrrrda y la recalcada poronga del putazo de dió arranca, la ves por una ventanilla, a la gorda del orrrto y carajo reputamielda grr gRR!, que mira fijo y con odio a un tipo enorme que sonríe escuchando música en sus auriculares, y la ignora por completo.